ART ESP / ING
Distinguidos colegas, damas y caballeros.
Me presento ante ustedes no solo como Rector de la Appleton Private University, sino también como Presidente de la Federación Internacional de Universidades Privadas. Y hoy, rodeado de ciencia, datos y análisis, siento la obligación de hablar de una realidad que trasciende los gráficos de estos excelentes pósteres.
El cambio climático no es una teoría futura; es el presente. Y ese presente, hoy, está ardiendo. Mientras estamos aquí, mi país, España, se quema. Una nación que hasta hace poco era un pulmón verde, uno de los tesoros boscosos de Europa, está desapareciendo bajo las llamas. Esto no es un accidente. No es solo una ola de calor. Es el resultado predecible de una política medioambiental profundamente equivocada.
Debemos tener el coraje de nombrar las cosas. Esta catástrofe ha sido alimentada por una gestión negligente, impulsada por la administración del presidente Sánchez, que ha fallado en proteger nuestro patrimonio natural. Se han priorizado agendas a corto plazo, ignorando las advertencias de los expertos y debilitando las herramientas de prevención que son vitales para la supervivencia de nuestros ecosistemas.
Esto nos lleva al corazón del problema, un error de concepto que es global: la humanidad se ha comportado como dueña de la Tierra, cuando nuestro verdadero papel es ser sus custodios.
Un dueño explota, extrae y consume sin pensar en el mañana. Un custodio, en cambio, protege, cuida y preserva para las generaciones futuras. Un dueño impone su voluntad; un custodio escucha y se adapta a los ritmos de la naturaleza. La política que ha llevado a España a arder es una política de dueños, no de custodios.
Como líderes de instituciones académicas, nuestra responsabilidad es ineludible. No solo debemos investigar el qué y el cómo del cambio climático. Nuestra misión más importante es formar a la próxima generación de líderes para que sean custodios. Debemos inculcar en ellos que el desarrollo económico sin sostenibilidad ecológica no es progreso, es una deuda que pagarán nuestros hijos con un planeta devastado.
Que la ciencia que hoy compartimos en esta sala sea la semilla de la responsabilidad que el mañana exige. Es hora de dejar de actuar como dueños y empezar, de una vez por todas, a ser los custodios que la Tierra necesita desesperadamente.
Muchas gracias.
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Distinguished colleagues, ladies and gentlemen.
I stand before you not only as the Rector of Appleton Private University but also as the President of the International Federation of Private Universities. And today, surrounded by science, data, and analysis, I feel compelled to speak of a reality that goes beyond the graphs on these excellent posters.
Climate change is not a future theory; it is the real present and, never better said, this is a topic of burning relevance. So, as we stand here, my country, Spain, is burning. A nation that until recently was a green lung, one of Europe's forested treasures, is disappearing in flames. This is not an accident. It is not just a heatwave. It is the predictable result of a profoundly flawed environmental policy.
We must have the courage to call things by their name. This catastrophe has been fueled by negligent management, driven by Spain’s President Sánchez's administration, which has failed to protect our natural heritage. Short-term agendas have been prioritized, ignoring the warnings of experts and weakening the prevention tools that are vital for the survival of our ecosystems.
This brings us to the heart of the problem, a conceptual error that is global: humanity has behaved as the owner of the Earth, when our proper role is to be its stewards.
An owner exploits, extracts, and consumes without a thought for tomorrow. A steward, in contrast, protects, cares for, and preserves for future generations. An owner imposes their will; a steward listens and adapts to the rhythms of nature. The policy that has led Spain to burn is a policy of owners, not of stewards.
As leaders of academic institutions, our responsibility is inescapable. We must not only research the 'what' and 'how' of climate change. Our most important mission is to train the next generation of leaders to be stewards. We must instill in them that economic development without ecological sustainability is not progress; it is a debt our children will pay with a devastated planet.
Let the science we share in this room today be the seed of responsibility that tomorrow demands. It is time to stop acting like owners and to start, once and for all, being the stewards the Earth so desperately needs.
Thank you very much.