Como investigador, deseo aclarar que este artículo se presenta con el más profundo respeto hacia todas las creencias religiosas. Mi objetivo es explorar las similitudes entre las figuras de Lucifer y Jesucristo en el contexto específico de su denominación como PORTADORES DE LUZ, un aspecto que ha sido objeto de debate y reflexión teológica a lo largo de la historia.
Entiendo que la mención de Lucifer puede resultar sensible para algunos creyentes, dada su asociación tradicional con el mal en ciertas interpretaciones. Sin embargo, en este estudio, me centro exclusivamente en el análisis de los textos y tradiciones que atribuyen a ambas figuras el mismo NOMBRE Y TÍTULO, examinando las raíces etimológicas, los contextos bíblicos y las interpretaciones litúrgicas que sustentan esta denominación.
Mi intención no es ofender ni cuestionar las creencias de nadie, sino ofrecer una investigación académica que contribuya a una mejor comprensión de la complejidad simbólica y teológica que rodea a estas figuras. Reconozco y valoro la diversidad de perspectivas religiosas y espero que este estudio se reciba con la misma apertura y respeto con el que ha sido realizado.
DR. JOSE M. CASTELO-APPLETON
ARTICULO QUE SURGIÓ DESPUÉS DE LA PONENCIA LA "LUZ BELLA", del CONGRESO "RAÍCES Y ALAS"
Introducción
El simbolismo de la luz ha sido un elemento omnipresente en la historia de las religiones, representando conceptos como la vida, el conocimiento y la divinidad. En el cristianismo, esta simbología alcanza su máxima expresión en la figura de Jesucristo, denominado en este y otros textos como LUCIFER.
Sin embargo, la denominación de Cristo como "Lucifer" en el contexto del Sábado Santo plantea interrogantes complejos, dados los significados negativos asociados tradicionalmente a este nombre.
1. "Flammas eius lucifer matutinus inveniat":
La frase "Flammas eius lucifer matutinus inveniat" proviene del Exultet, el canto solemne que anuncia la resurrección de Cristo durante la Vigilia Pascual. En este contexto, Cristo es magnificado como LUCIFER, como astro matutino, Venus, que precede a la salida del sol.
El Exultet continúa así:
Ille, inquam, lucifer, qui nescit occasum: Christus Filius tuus, qui, regressus ab inferis, humano generi serenus illuxit, et tecum vivit et regnat in saecula saeculorum.
Traducción literal del texto latino:
Aquí, "Lucifer" se identifica claramente con Cristo, "aquel que no conoce ocaso", cuya resurrección ha iluminado, (O VUELTO A ILUMINAR), a la humanidad. Esta identificación se basa en la etimología del nombre latino "Lucifer", compuesto por "lux" (luz) y "ferre" (llevar), es decir, "portador de luz". En este sentido, la luz divina que triunfa sobre las tinieblas de la muerte.
Análisis del Contexto Litúrgico
La Vigilia Pascual constituye el centro de la liturgia cristiana, celebrando el triunfo de la vida sobre la muerte. El encendido del cirio pascual ilumina la noche, es PORTADOR DE LA LUZ y anuncia la alegría de la Pascua.
2. Cristo como Portador de Luz en los Textos Bíblicos
La imagen de Cristo como LUCIFER, se repite en diversos pasajes bíblicos. En el Evangelio de Juan, Jesús afirma: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Juan 8:12).
Apocalipsis: Cristo como Lucero de la Mañana
En el Apocalipsis, Cristo es llamado "la estrella resplandeciente de la mañana" (Apocalipsis 22:16).
Otros Pasajes Significativos
3. La Condena de Cristo en el Pésaj y el Triunfo de la Luz
La condena de Jesús ocurrió durante la Pascua judía (Pésaj), que conmemora la liberación del pueblo judío de la esclavitud en Egipto. El término "Pésaj" significa "pasar por alto", refiriéndose al ángel de la muerte que "pasó por alto" las casas de los judíos marcadas con la sangre del cordero. Pero no debemos olvidar, que, en el judaísmo, hay, al igual que una cebolla, muchas capas en cada información, y el Pésaj, no quedaría excluido de varias interpretaciones.
El Ángel de la Muerte: Mashjit
El ángel de la muerte se identifica frecuentemente con Mashjit (en hebreo: משחית), que significa "destructor". Durante la Pascua, Mashjit es enviado por Dios para castigar a los primogénitos egipcios, pero respeta las casas de los suyos.
La palabra משחית (Mashchit) proviene de la raíz hebrea שחת (shachat), que significa "destruir", "corromper" o "arruinar". Por lo tanto, Mashchit se traduce comúnmente como "destructor" o "el que destruye".
En el simbolismo judío, Mashchit se asocia principalmente con un agente de destrucción, a menudo interpretado como un ángel de la muerte o un agente divino enviado para ejecutar juicio.
Sin embargo, hay interpretaciones dentro de la tradición judía que ven a Satán como un agente de destrucción, y en estos casos, podría haber una superposición conceptual entre Satán y Mashchit.
Ambos están asociados con la muerte. Satán, como el tentador, conduce a la muerte espiritual, mientras que Mashchit, como el destructor, trae la muerte física.
La Pascua Cristiana: Triunfo de la Luz
La Pascua cristiana celebra la resurrección de Cristo, el triunfo de la vida sobre la muerte. El encendido del cirio pascual simboliza la victoria sobre las tinieblas y el anuncio de la esperanza de la resurrección. Dentro de este contexto, la Pascua cristiana puede interpretarse como un "pasar por alto" la muerte, gracias al sacrificio de Cristo.
El término "Lucifer", como vimos proviene del latín, y se deriva de la traducción de la Vulgata Latina de Isaías 14:12. En el texto hebreo original, se utiliza la expresión "Helel ben Shachar" (הֵילֵל בֶּן־שָׁחַר), que significa "lucero hijo de la aurora". Este pasaje, dicen, se refería originalmente al rey de Babilonia, pero con el tiempo, los primeros cristianos comenzaron a interpretarlo como una alusión a un ángel caído, aunque yo no lo veo de una forma tan simplista, conociendo la mística y sus secretos.
Una observación muy interesante sobre la tradición judía es la de cambiar los nombres.
La idea de que los nombres tienen poder y que cambiarlos puede reflejar una transformación o un nuevo rol es central en la mística hebrea.
הֵילֵל בֶּן־שָׁחַר:
Ahora, comparemos directamente con "Satán" en hebreo (שָּׂטָן):
Comparación:
Esta proximidad numérica, abre nuevas posibilidades de interpretación:
1. Nombres como Reflejo de Función:
2. Múltiples Nombres, Múltiples Facetas:
3. Transformación y Redención:
4. El Misterio del Nombre Divino:
Por lo tanto, ISAÍAS, no cometió un error de traducción, sino todo lo contrario. Vemos que la distancia es de 659 (Satán en hebreo) - 635 (Helel ben Shachar LUCIFER) = 24 números.
Una de las asociaciones más fuertes del 24 en la tradición hebrea es su correspondencia con los 24 libros del Tanaj. Esta asociación confiere al número una profunda conexión con la revelación divina y la sabiduría sagrada. Por lo cual, el número 24, se convierte en un símbolo del CONOCIMIENTO REVELADO.
Como hemos visto, en el APOCALIPSIS, tan vinculado de nuevo a LUCIFER, en el dicho libro (4:4), se describe una visión del trono de Dios rodeado por 24 ancianos, vestidos de blanco y con coronas de oro. Estos 24 ancianos han sido interpretados de diversas maneras, pero a menudo se asocian con la representación de la totalidad del pueblo de Dios, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. El 24, simboliza la totalidad, el orden divino y la autoridad celestial.
El profeta Isaías se erige como una figura axial en el panorama religioso, cuya obra trasciende las fronteras del judaísmo para nutrir el cristianismo con profecías de trascendental significado, y con las partes ocultas solo para iniciados
Orígenes Históricos y Contexto del Profeta Isaías
Para comprender la profundidad del mensaje de Isaías, es imprescindible examinar sus orígenes históricos:
Existen debates académicos sobre la autoría de cada uno de estos bloques de texto, pero sin lugar a duda el libro de Isaías a influenciado al cristianismo de manera muy fuerte.
El Apocalipsis, como sabemos, escrito por Juan de Patmos, es una obra rica en simbolismo que describe visiones del fin de los tiempos. El libro se despliega en una narrativa donde la figura de Cristo como LUCIFER/LUZBEL se contrapone a las fuerzas de la oscuridad, representadas por Babilonia.
Estructura y Simbolismo:
Temas Centrales:
Conclusión: Un Espejo de Luz en la Realidad Cuántica
A lo largo de este estudio, hemos explorado las complejidades en torno a las figuras de Jesucristo y Lucifer, particularmente en su designación como portadores de luz. Desde una perspectiva etimológica, "Lucifer" deriva del latín lux ferre, que significa "portador de luz", un atributo que también se ha aplicado a Jesucristo, especialmente en el contexto de la liturgia pascual.
Es fundamental recalcar que, desde el punto de vista de las doctrinas religiosas tradicionales, Jesús y Lucifer representan conceptos antagónicos. Sin embargo, al trascender las interpretaciones dogmáticas y adentrarnos en el terreno de la etimología, y desde la cábala, y la gematría, analizando desde un pensamiento de la física cuántica, emerge una perspectiva que permite explorar la posibilidad de una conexión más intrincada.
La física cuántica nos enseña que la realidad es mucho más fluida y multifacética de lo que percibimos. El principio de superposición cuántica, por ejemplo, postula que una partícula puede existir en múltiples estados simultáneamente hasta que se realiza una medición. De manera análoga, la teoría de los multiversos sugiere la existencia de realidades paralelas, donde las posibilidades se despliegan en infinitas variaciones.
En este contexto, podríamos especular que las figuras de Jesucristo y Lucifer representan manifestaciones distintas de una misma entidad primordial, desplegándose en diferentes realidades o dimensiones. Desde una perspectiva la luz, entendida como una onda-partícula, podría manifestarse tanto en su aspecto benéfico (Jesucristo) como en su supuesto aspecto adverso (Lucifer), dependiendo del contexto y la observación de quién hace la medición.
Nos invita a cuestionar las dicotomías y a considerar que la aparente dualidad entre el bien y el mal podría ser, en última instancia, una manifestación de la complejidad inherente al universo, no existiendo en nuestra corta percepción mental, que los diferenciamos cuando son UNO SOLO, o tal vez, el verdadero SATAN,
Si analizamos las similitudes y distancias entre "El Shaddai" (אֵל שַׁדַּי), el NOMBRE QUE SE PODRÍA NOMBRAR, según la propia tradición y Satanás en hebreo (שָׂטָן), considerando sus valores en gematría y sus significados conceptuales.
1. El Shaddai (אֵל שַׁדַּי):
2. Satanás en Hebreo (שָׂטָן):
Los valores numéricos de El Shaddai (345) y Satanás (359) son relativamente cercanos. Esta proximidad indica una relación.
359 – 345 = 54, el número 54 está intrínsecamente ligado al ciclo litúrgico de la lectura de la Torá (los cinco libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) se divide en 54 secciones llamadas "parashot" (en hebreo: פרשות). Que marcan los ciclos de lectura de los textos sagrados.
359 + 345 = 704. Para analizar el número 704 desde una perspectiva cabalística, consideraremos varios enfoques:
Pero, en la cábala, el 7 se asocia con los siete días de la creación, las siete sefirot inferiores y la perfección.
El cero simboliza el infinito, el Ein Sof (lo infinito) o la potencialidad.
El 4 se asocia con los cuatro elementos, los cuatro mundos de la cabalá, y la materialidad. Sin olvidar, que la combinación de 7 (creación) y 4 (materialidad) simboliza los ciclos de creación y destrucción que se manifiestan en el mundo.
Asombra la complejidad, a los efectos de que parezca simplemente una mera casualidad
Teología y Estudios Bíblicos:
Cábala y Misticismo Judío:
Física Cuántica y Filosofía de la Ciencia:
Misticismo Comparado y Filosofía de la Religión: