​Solicitar JUSTICIA, ¿es ser débil?

Solicitar JUSTICIA, ¿es ser débil?

Luchar por la misma, diciendo la VERDAD, ¿ es acaso un sentimiento antisocial?

¿Nos convierte en delincuentes, señalar con el dedo a los culpables de prevaricar, aunque lo perdamos?

Tal vez podamos ser; imbéciles, tercos, pero nunca débiles.

Porque realmente la debilidad surge de los mediocres, y de los que se callan, aún viendo lo que sucede a su alrededor. Fueron los marginados, señalados e incomprendidos, los que a cada paso, hicieron todo lo posible para conseguir cambios, y fueron los que les seguían después, los que no comprendieron su audacia ni entendieron su espíritu.

El espíritu de las leyes, de Charles Louis de Secondat, más conocido por su título como Montesquieu, Barón de Montesquieu.

"Si hay en el mundo una nación que tenga humor sociable, carácter franco y alegre, llevado a veces a la indiscreción, viveza, gusto y con todo esto valor, generosidad y cierto pundonor, bueno será poner sumo cuidado en no violentar sus hábitos con leyes que pongan trabas a su manera de ser o coarten sus virtudes."

Nada ganará el Estado, ni en lo interior ni en lo exterior. Si se le imprime un espíritu de pedantería a un pueblo naturalmente alegre.

Y ahora España, tiene un espíritu pedante, y su pueblo alegre y franco, ha perdido esa viveza y cierto pundonor, porque solo alza su voz, en fútbol, o calla por miedo ante las injusticias, y cuando realiza un acto heroico, es porque se oculta una realidad, calculada hasta el detalle, por el PODER ABSOLUTO, no de sus gobernantes, sino de la estupidez del SER HUMANO.

Realmente somos cobardes, porque hay que conocer las Armas que tenemos, y la más importante, la que nunca puede ser adulterada, si somos y nos sentimos INOCENTES, fuera de las justicias humanas; ES NUESTRA CONCIENCIA, y esa es imperturbable, si somos mujeres y hombres serios, y con fuertes raíces, nadie nos podrá VENCER, porque la LIBERTAD anida en nuestro CORAZÓN.