INSEGURIDAD

Inseguridad jurídica en el mundo del Arte.

¿GRUPO DE PATRIMONO DE LA POLICIA NACIONAL una puerta a las cloacas del Estado?
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Lo que convierte al arte, en un juego de poder, en donde no cuenta el valor subjetivo de las obras, sino el punto de vista sinárquico y partidista de ciertos organismos, que generan un monopolio total y exclusivo sobre las mismas.

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Eso pudiera ser hasta normal, si en ello no participaran las fuerzas de seguridad del Estado español. Estamos observando como últimamente, según ciertas denuncias al juzgado de  particulares, el GRUPO DE PATRIMONO DE LA POLICIA NACIONAL de Valencia, parece utilizar métodos un poco arbitrarios y que rozarían la ilegalidad en su investigaciones, a fin de captar y apropiarse de diferentes obras de Basquiat y otros autores, nunca expuestas y en manos de particulares, presuntamente para hacerlas desaparecer del mercado, o tal como figura en el escrito de denuncia ante el juzgado,  duplicarlas.


Dichos escritos de queja, fueron enviados a la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, en la que se daba conocimiento de la actuación de este grupo policial, obviando la normativa del I.C.O.M., en el que manifiesta que para la recepción de cualquier obra de arte:


“se analizará la importancia de establecer protocolos de actuación y la función del transporte, en relación con las necesidades de las obras”.


Informe que ratifica la Asociación Española de Ensayo no destructivos, en el que muestra su preocupación por lo que está sucediendo.


Según los escritos de queja y denuncia presentados en el Juzgado de Instrucción nº 3 de Elda, alguno de los cuadros fue recogido por miembros de la policía nacional en plena calle, y empaquetados en la parte trasera de un Taxi.


Desde este periódico nos preguntamos, ¿es una forma profesional de recuperar obras de arte, así como de garantizar a los legítimos propietarios la seguridad de las mismas?, ¿para que están las comisarias, sino para recibir atestados y requerimientos?, ¿y los juzgados?


Su actuación, según los escritos de queja presentados, traerían al recuerdo el conocido submundo de las “cloacas del Estado”, y cabría preguntar a quién interesan estas actuaciones.


Lo peor que le puede pasar a una sociedad democrática es que los ciudadanos no se fíen de lo que informan las fuerzas policiales, ni a futuro lo que dictaminan los jueces, sin con sus actuaciones vulneran tácitamente la Ley de Enjuiciamiento Criminal.


Ha habido tantas intersecciones de las cloacas del Estado en el devenir de los acontecimientos históricos de todos conocidos y que ahora salen a la luz, tanta obsesión por el castigo y tanta parcialidad en algunas decisiones, que esta lacra es real: se desconfía de los informes policiales y de la objetividad de la justicia cuando esta huele a partidista, no se cumple la Ley.


Los informes policiales muchas veces son búsquedas en internet, o copy past, sin centrar las letras o poner el mismo tipo en todo el texto, lo que hace que se observen collage, que ya por si mismos, y con un marco, serían una obra de arte conceptual y muy poco profesional.


Es ciertamente curioso, que dicha unidad de la policía, no esté constituida por expertos en Arte, sino por miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, que provienen del mundo de la trata de blancas o del narcotráfico, que dista mucho de la realidad del Arte y de sus particulares características.


Ciertamente es que la corrupción, vuelve a infectar los organismo públicos, generando una inevitable inseguridad jurídica, defendida a capa y espada por ciertos juristas de renombre, que no están de acuerdo con lo que está sucediendo en el mundo del arte en este país.


El Artículo 33 de la Constitución Española, en su punto 3, ratifica que “Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.”


Y volvemos a preguntarnos, ¿pueden los miembros de la policía nacional, incautar bienes s u libre albedrío, sin dar constancia a los dueños de donde se encuentran los mismos?, Incluso obviando estas informaciones a los jueces y fiscales,