Guerras sin alma, no podemos perder nuestra conciencia

Y digo yo...
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El conflicto palestino-israelí ha sido una de las disputas más prolongadas y complejas de los tiempos modernos. Desde hace décadas, la violencia se ha convertido en un hecho presente y constante en la vida diaria de personas inocentes que no tienen nada que ver directamente con dicho conflicto,  pero que han pagado un precio muy alto por el mismo.


En este marco, el término "guerra sin alma" parece muy acertado. Es una expresión que destaca la crueldad, falta de humanidad y la insensibilidad hacia las personas que han sido afectadas por la guerra. Y la realidad es que en muchos casos ambas partes son responsables de esta situación. Tanto los dirigentes Israelís, como los Palestinos.


Es importante recordar que los conflictos nunca deben ser abordados sin una conciencia clara y sin un profundo sentido de humanidad. No podemos culpar a toda una población por la responsabilidad de un pequeño grupo extremista, ya sea palestino o israelí. De esta manera, cualquier solución pacífica está condenada al fracaso.


En la actualidad, los palestinos han sido sometidos a condiciones miserables a través de la abusiva política israelí que ha establecido bloques y guetos en su territorio, copiando tal vez, los métodos establecidos por la Gestapo en los Campos de concentración, que el propio pueblo "escogido", sufrió en la Segunda Guerra Mundial.


Esta situación ha generado una desesperación que conduce a una violencia que a su vez fortalece la posición intransigente de los lideres israelíes.


La solución para el conflicto no radica en la violencia, la opresión y la exclusión; sino en la promoción de la justicia y la igualdad.


No podemos permitir que la naturaleza humana sea abatida por esta guerra sin alma. Los derechos humanos, la dignidad y la libertad deben ser la preocupación primordial de todas las personas y naciones implicadas en el conflicto.


Es importante mantener una conciencia clara en medio de la crueldad y la violencia. Debemos buscar siempre la justicia, la igualdad y la libertad que son los pilares de una sociedad humana y pacífica. 


Cada uno de nosotros puede hacer una gran diferencia al reconocer la dignidad del ser humano y promover la justicia y la igualdad, algo que puede transformar radicalmente el futuro y el presente tanto de palestinos como de israelíes.


Editorial6 (2)