Como Rector de la Appleton Private University, mi reciente viaje a Oxford, tras la obtención de un prestigioso premio, me ha brindado una perspectiva aún más clara y profunda sobre el papel fundamental que desempeñan las instituciones educativas en la transformación social. Al caminar por los pasillos centenarios de una de las universidades más antiguas y veneradas del mundo, sentí una conexión palpable con una tradición de excelencia académica y compromiso con el conocimiento que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Esta experiencia me ha reafirmado una convicción que siempre he sostenido: la educación no es simplemente la transmisión de información, sino una misión sagrada. En Appleton, nos consideramos misioneros del conocimiento, dedicados a iluminar mentes y a fomentar el pensamiento crítico en nuestros estudiantes. Nuestra visión va más allá de la mera instrucción; aspiramos a ser catalizadores de un cambio social positivo, formando líderes capaces de enfrentar los desafíos de un mundo en constante evolución.
Sin embargo, en este mundo hiperconectado y saturado de información, me asalta una inquietud profunda: ¿por qué, teniendo acceso a un caudal de conocimiento sin precedentes, tantos parecen navegar a la deriva, sumidos en la pasividad intelectual? Observo con preocupación la creciente tendencia a la polarización y la proliferación de "rebaños" que renuncian al pensamiento crítico, aferrándose a dogmas y prejuicios sin cuestionarlos.
Esta reflexión me lleva a cuestionar los paradigmas educativos tradicionales.
¿Estamos preparando adecuadamente a nuestros estudiantes para discernir la verdad de la falacia, para construir sus propias opiniones y para defenderlas con argumentos sólidos?
¿Estamos fomentando la curiosidad, la creatividad y la capacidad de resolución de problemas, habilidades esenciales para navegar en un mundo cada vez más complejo e incierto?
En Appleton, nos esforzamos por romper con los moldes convencionales. Buscamos cultivar un ambiente de aprendizaje dinámico y participativo, donde el diálogo y el debate sean la norma, y donde los estudiantes sean desafiados a cuestionar, a explorar y a descubrir por sí mismos. Fomentamos la interdisciplinariedad, alentando a nuestros estudiantes a conectar ideas de diferentes campos del saber, para desarrollar una visión holística y crítica del mundo.
Creemos firmemente en el poder transformador de la educación para empoderar a los individuos y para construir sociedades más justas y equitativas. Por ello, nos comprometemos a brindar acceso a una educación de calidad a aquellos que más lo necesitan, rompiendo barreras geográficas y socioeconómicas.
El futuro de la humanidad depende de nuestra capacidad para formar ciudadanos informados, reflexivos y comprometidos con el bienestar común. Debemos ser guardianes del conocimiento, pero también catalizadores de la conciencia, guiando a nuestros estudiantes hacia la búsqueda de la verdad, la justicia y la sostenibilidad.
Como Rector de la Appleton Private University, asumo este desafío con humildad y determinación. Sé que el camino es arduo y que los obstáculos son muchos, pero confío en el poder transformador de la educación y en el compromiso inquebrantable de nuestra comunidad académica. Juntos, podemos construir un futuro donde el conocimiento sea una herramienta de emancipación y donde el pensamiento crítico sea la brújula que guíe nuestro camino hacia un mundo mejor.
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