Desde luego, en la historia ya se han dado casos de guerras químicas y bacteriológicas, pero habría que preguntarse si en nuestro planeta tenemos ahora personajes depravados a los que les guste el olor del napalm por las mañanas, lo suficientemente perversos como para desatar una pandemia mundial, con el horror sanitario y económico que esto implica: evidentemente, sí. Entre otras razones, porque esas mentes luciferinas son precisamente quienes han creado las armas biológicas.
Al inicio de esta semana informábamos a nuestros lectores sobre los planes del presidente estadounidense Donald Trump y la Unión Europea para secuestrar a Nicolás Maduro, a quien Washington ya presenta sistemáticamente en sus documentos como «ex presidente de Venezuela». Desde Roma, Manlio Dinucci revela ahora los preparativos militares ya emprendidos por los gobiernos de Francia y del Reino Unido con vista a esa operación, ahora pospuesta por el Pentágono.
La epidemia de Covid-19 ha matado hasta ahora más de 200 000 personas en todo el mundo y sumido en el pánico a miles de millones. Ese pánico priva a quienes lo sienten de todo sentido crítico, lo cual les lleva a aceptar decisiones políticas estúpidas. Un grupo de personalidades, que se denomina a sí mismo “Amanecer Rojo” (Red Dawn) y cuya correspondencia ha sido dada a conocer en Kaiser Healt News y en el sitio web del New York Times, ha logrado imponer una ideología apocalíptica según la cual China ha declarado la guerra a Occidente, cuya única posibilidad de protegerse consistiría en confinar a todos los civiles.