Escribir unas líneas biográficas siempre es complicado, y mucho más si es en la que uno aparece vinculado a un gran equipo. Hay gente que se engrandece cuando habla de sí mismo, y sobre todo hoy día con la fiebre del “titulismo”.
No es mi caso. Hay personas que mienten sobre sus habilidades, sobre sus capacidades, sobre sus funciones. No es mi caso. Yo tan solo soy el que soy y el que quiera saber de mí sólo tiene que buscarme en Internet. Pero sí quiero comentar que el campo de investigación , es muy extenso gracias a mi dedicación plena. No busco fama ni dinero, no quiero ser protagonista de nada, tan sólo quiero que mi trabajo, mis investigaciones y mis descubrimientos, se me reconozcan. Sólo busco exponer la verdad de los hechos, en cuanto refiere a la Historia o Arqueología. Sólo busco facilitar el camino a otros con inquietudes como las mías, en lo referido al Arte.
“Y porque no compito, nadie pude competir conmigo”, parafraseando el capítulo 22 del Tao Te Ching.
Sin embargo, hay gente que me difama por envidia, llamándome Pseudoarqueólogo, siendo una acusación grave y realizada a través de las redes sociales y de una revista científica de la Universidad de Granada. Todo por mencionar la palabra “Atlántida” en ámbito académico.
¿No quieren sopa?, pues el plato lleno. Me iba a alejar de la Atlántida pero ahora dirijo un par de documentales para exponer la verdad gráficamente, en cuanto a la Historia, y en cuanto a mi persona.
La vida da muchas vueltas y como ya dije en su día, “arrierito somos y en el camino nos encontraremos”. Ahora yo manejo la batuta y tengo la oportunidad de dar voz al eco que me estaban quitando, apropiándose de mis investigaciones o plagiándome.
Lento, pero el karma les llega a todos.
Gracias a todos estos problemas, a todos los baches y caída que he tenido por el camino, me he ido fortaleciendo y acompañando de un equipo de amigos leales que me apoyan en el camino. Me refiero a Antonio S. Macatangay, quien cual Hermes en su labor de comunicador, me mantiene al día de todos los avances técnicos y noticias relacionadas con el mundo del Arte y el ámbito laboral; o Ismael de Vil quien a modo del castigado ángel Sammael, desconocido por unos y considerado caído por otros, se levanta conmigo y acompaña en lo referido a CGI o FX.
Ismael a la izquierda y Antonio a la derecha durante un día de rodaje.
De ellos hablaré un poco contando un par de anécdotas que nos ha sucedido en esta última Odisea. Pero antes de ello quiero señalar a una gran persona que nos avala y nos cuida cual José de Arimatea frente al Elegido. Me refiero al Excmo. Rector de Appleton Private University, D. José Manuel Castelo-Appleton, quien me abrió en su día el Vice-Rectorado de su Universidad y siempre me ha apoyado. Gracias a una de sus productoras, Paradox Film Production, vimos la luz al final del camino. Él merece todo mi respeto y reconocimiento como parte de estos grandes proyectos, no solo audiovisuales, sino también científicos, históricos y literarios.
Logo de Appleton Private University.
Pero comencemos desde el principio. Yo inicie un proyecto de cine pues siempre ha sido mi inquietud realizar un largometraje basado en mis cómics o novelas.
De joven hacía cortos de plastilina, lo que hoy día es llamado Stop Motion. Comenzaron a unirse víboras en el camino y no las veía hasta que me intentaron morder, pero las pude esquivar y están pendientes de ser aplastadas. Se marcharon unos y entraron otros a cada cual peor pues veían en mi proyecto un filón para enriquecerse. Y como comencé diciendo al principio: yo no soy así.
Prueba de iluminación con croma. En la foto, Ismael a la izquierda y David Mendoza en el centro.
Comencé a dejar las cosas claras en un equipo que llegó a tener cuarenta personas, cada uno con su rol. Pero las tentaciones de Zeus hicieron que la lucha contra los Titanes continuase en este Erebo Impío. Nos quedamos con menos de la mitad, con doce personas fieles al proyecto desinteresadamente. Entre ellas, destacó Antonio S. Macatangay quien apareció referenciado por el Oráculo que guía a los guerreros y puso orden en todo, junto a mí. No tardó en comprender que teníamos que ir con buena letra, hilar fino, obtener un completo equipo audiovisual técnico para no depender de ningún cámara prepotente con zapatillas nike. Esto supuso una inversión importante que sumimos los dos.
Antonio Sánchez Macatangay preparando un documental arqueológico.
Y gracias a Antonio conocí a Ismael de Vil, quien resultó ser uno de los artífices de los efectos especiales realizados para la serie famosa “Sirens”. Pero como ya comenté anteriormente, todos creen que Sammael era un ángel del infierno pero en su día estuvo junto a la luz y en él siempre hay un poco de luz que ha vuelto a encontrar desde las profundidades del Tártaro donde nos encontramos. Autor de numerosos guiones que esperan ver la luz, se unió sin dudarlo al equipo y comenzó a mostrar sus habilidades.
Ismael de Vil en un día de rodaje.
Pero el camino seguía siendo duro ya que mi luz bella pretendían apagar de nuevo aquellos vigilantes desde las estrellas malditas.
Nuevos ataques nos enviaron y el más anecdótico y doloroso fue el día en el que durante una grabación de un corto en un bosque, pisamos un avispero y nunca corrimos como ese día. Fue la única ocasión en la que huimos de algo pues visto lo visto, no tememos nada y nos enfrentamos sin temor a cualquier sombra o demonio que se acerquen con malas intensiones.
Me gusta adornar esta historia con un poco de mitología para hacerla más amena. Por ello hablo de dioses griegos, ángeles judeocristianos, demonios o sombras. Tal es así que me gusta indicar que nos han atacado una hidra, arpías, pegasos negros con malos augurios, hecantónquiros, fantasmas y sombras que pretenden asustarnos y ninguno lo están consiguiendo.
Hemos sufrido mucho en todo este camino y nos ha dado fuerzas D. José Manuel Castelo-Appleton y su productora Paradox Film. Conocedor de estos problemas, nos lanza bengalas para orientarnos en la oscuridad. Así, continuamos creando una Asociación sin ánimos de lucro, para cuidar a los doce que quedan a mi lado. El nombre de esta Asociación lo toma de una de mis novelas y una serie de cómicas de Ciencia Ficción, titulados “Los Z.G”, que tiene un trasfondo real pues homenajea a un grupo de amigos que en juventud nos unimos bajo esa premisa de la amistad y la lucha por la justicia. Siendo uno de los últimos Z.G reales, me permití el lujo de incluir en nuestra Ilustre Orden, a las dos personas fieles que están a mi lado luchando como yo. La Asociación Z.G Fiction nace en medio de este caos para llevar luz al mundo.
Logotipo de la Asociación Z.G Fiction.
Y muchos se preguntaréis, ¿qué significan las siglas Z.G? Tan sólo puedo decir que las respuestas las tienen en mi novela y serie de cómics.
Portada de la novela de los Z.G de David Mendoza.
Siguiendo las enseñanzas humildes de mis maestros de Artes Marciales, manteniendo la línea de Sokaku Taqueda en evolución de los Minamoto vencedores de las Guerras Genpei, puedo terminar diciendo que nos encontramos al comienzo del camino, del “DO” japonés, que nos guiará a salir del Erebo, cruzar Estigia convenciendo quizá a Caronte, para retomar la lucha en el lugar que nos corresponde ahí arriba.
David Mendoza realizando una investigación epigráfica.