La podredumbre bajo la alfombra: Cuando la realidad supera la ficción

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Hace tiempo, desde esta misma tribuna, denuncié la existencia de una trama de corrupción que involucraba a jueces y policías en la desaparición de más de 700 millones de dólares. Muchos me tildaron de alarmista, de conspiranoico, de exagerado. Pero el tiempo, una vez más, me ha dado la razón. Porque este señor, fue uno de los que me investigó, me denunció, ES DECIR UN CORRUPTO, ALQUIEN QUE INCLUSO PASO MIS DATOS A LA ENTONCES REVISTA INTERVIÚ.


La reciente detención del jefe antiblanqueo, Sánchez Gil, acusado de narcotráfico, cohecho y blanqueo, es solo la punta del iceberg de una corrupción sistémica que carcome las instituciones del Estado. Este individuo, que vivía a todo tren con Lamborghinis, millones emparedados y fajos de billetes en su despacho, es el reflejo de una impunidad generalizada.


Resulta que este señor, que se encargaba de luchar contra el blanqueo de capitales, era parte del problema. Un policía corrupto, un eslabón más en la cadena de la delincuencia, un traidor a su uniforme y a la sociedad a la que juró servir.


Y lo más grave es que no es un caso aislado. La macrooperación que dirige la Audiencia Nacional ha destapado una red de corrupción que se extiende como una metástasis por las instituciones. Jueces, policías, empresarios... Todos ellos confabulados para enriquecerse ilícitamente a costa del bien común.


Mientras tanto, la clase política mira hacia otro lado, haciéndose la desentendida. Prefieren hablar de otros temas, de problemas menores, de cualquier cosa que desvíe la atención de la verdadera lacra que asola nuestro país: la corrupción.


Es hora de decir basta. Es hora de exigir responsabilidad a nuestros gobernantes. Es hora de limpiar las instituciones de la podredumbre que las infecta. No podemos permitir que unos pocos corruptos sigan robando el futuro de nuestro país.


Y a aquellos que dudan de mis palabras, a aquellos que me acusan de alarmista, les digo: abran los ojos. La realidad supera la ficción. La corrupción está ahí, a la vista de todos. Solo hay que querer verla.


José M. Castelo-Appleton

Rector de la Appleton Private University


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