El Mediterráneo, crisol de civilizaciones y cuna de culturas milenarias, ha sido escenario de un dinámico intercambio de ideas, conocimientos y costumbres a lo largo de la historia. Su legado, rico y diverso, ha influido en la conformación de la identidad europea y en el desarrollo de las sociedades que lo rodean.
El Congreso Ramon Llull: Camino de Sabiduría - Unificando criterios. El Mediterráneo como epicentro de cultura, nace con la vocación de reivindicar el papel de este mar como espacio de encuentro y diálogo intercultural. Sin embargo, en un mundo marcado por los desafíos globales y las tensiones geopolíticas, es necesario ir más allá de la mera reivindicación histórica y abordar los problemas actuales que afectan a la región mediterránea.
Este artículo e propone analizar la complejidad del Mediterráneo como epicentro de cultura, repensando la hegemonía histórica y abordando los desafíos actuales, con un enfoque en la corrupción, la crisis migratoria y la necesidad de cooperación internacional para construir un futuro más justo y sostenible.
1. Repensando la Hegemonía Histórica:
El Congreso Ramon Llull, en su afán de reivindicar el papel de España, y en particular de la región catalana, y la zona de la desembocadura del Ebro, especialmente, en la historia del Mediterráneo, plantea la necesidad de defender un "derecho casi histórico" sobre este mar. Si bien es innegable la importancia de España y Cataluña en la conformación de la cultura mediterránea, es necesario replantear esta visión hegemónica y reconocer la contribución de otras culturas y civilizaciones al patrimonio común del Mediterráneo.
El Mediterráneo ha sido un espacio de interacción entre diversas culturas desde tiempos inmemoriales. Fenicios, griegos, romanos, árabes, judíos y cristianos han dejado su huella en las costas de este mar, contribuyendo a la riqueza y diversidad de su patrimonio cultural.
En este contexto, la reivindicación de un "derecho casi histórico" por parte de España y Cataluña puede interpretarse como una forma de neocolonialismo cultural, que ignora la contribución de otras culturas y civilizaciones a la historia del Mediterráneo.
Es necesario abandonar las visiones hegemónicas y construir una narrativa más inclusiva y plural sobre el Mediterráneo, que reconozca la diversidad cultural y la interdependencia de las sociedades que lo rodean.
2. La Corrupción como Obstáculo para el Desarrollo:
El Congreso Ramon Llull también pone de manifiesto la preocupación por la corrupción en España y en otros países del Mediterráneo. La corrupción, un flagelo que socava las instituciones y obstaculiza el desarrollo económico y social, es un problema que afecta a toda la región mediterránea.
En España, Cataluña, y tal vez en algunos municipios del Valle del Ebro, los casos de corrupción que han salido a la luz en los últimos años, y otros que estamos seguros que saldrán, han generado una gran desconfianza en la clase política y han erosionado la credibilidad de las instituciones. La lucha contra la corrupción es un desafío prioritario para España y para todos los países del Mediterráneo.
La corrupción no solo tiene un impacto negativo en el desarrollo económico y social, sino que también socava la democracia y el Estado de Derecho. La falta de transparencia, la impunidad y el abuso de poder son características comunes en los sistemas corruptos, y lo más grave son los que dan imagen de no ser corruptos.
Es necesario fortalecer las instituciones, promover la transparencia y la rendición de cuentas, y fomentar una cultura de ética e integridad para combatir la corrupción en el Mediterráneo.
3. La Crisis Migratoria: Un Desafío Humanitario:
La crisis migratoria en el Mediterráneo es uno de los mayores desafíos humanitarios de nuestro tiempo. Miles de personas, huyendo de la guerra, la persecución y la pobreza, arriesgan sus vidas cada año para cruzar el Mediterráneo en busca de un futuro mejor.
Las rutas migratorias son peligrosas y están controladas por mafias que se lucran con la desesperación de las personas. Miles de migrantes mueren cada año en el intento de alcanzar las costas europeas.
La crisis migratoria es un problema complejo que requiere una respuesta integral y coordinada por parte de todos los países del Mediterráneo. Es necesario abordar las causas profundas de la migración, como la pobreza, la desigualdad y los conflictos armados, y garantizar el respeto a los derechos humanos de todos los migrantes.
El Congreso Ramon Llull, al abordar la problemática de la migración, plantea la necesidad de "enseñar a pescar, y no dar pescado". Esta frase, que resume la importancia de la cooperación al desarrollo y la autonomía de los países en vías de desarrollo, es un principio fundamental para abordar la crisis migratoria en nuestro MAR .
Es necesario invertir en educación, formación y creación de empleo en los países de origen de los migrantes para que puedan construir un futuro digno en sus propios países. La cooperación internacional debe centrarse en el desarrollo sostenible y la creación de oportunidades en los países de origen, para que la migración sea una opción y no una necesidad.
4. El Mediterráneo como Espacio de Cooperación:
El Congreso Ramon Llull también destaca la importancia de la cooperación internacional para abordar los desafíos que enfrenta el Mediterráneo. La corrupción, la crisis migratoria, el cambio climático, la desigualdad y los conflictos armados son problemas que requieren una respuesta conjunta y coordinada por parte de todos los países de la región.
El Congreso Ramon Llull, al proponer el Mediterráneo como epicentro de cultura, abre un espacio de diálogo y cooperación para abordar estos desafíos. La cultura, como elemento de unión y entendimiento entre los pueblos, puede jugar un papel clave en la construcción de un futuro más justo y sostenible para el Mediterráneo.
Es necesario fortalecer los lazos de cooperación entre los países del Mare Nostrum, promoviendo el intercambio de conocimientos, experiencias y buenas prácticas en áreas como la educación, la ciencia, la tecnología, la cultura y el desarrollo sostenible.
La Unión Europea, como actor clave en el Mediterráneo, tiene un papel fundamental que desempeñar en la promoción de la cooperación regional. Es necesario que la UE refuerce su compromiso con el Mediterráneo, apoyando las iniciativas de cooperación y promoviendo un diálogo constructivo entre todos los países de la región.
5. El Papel de los Países del Sur del Mediterráneo:
El Congreso Ramon Llull, al centrar su atención en los países del sur del Mediterráneo, reconoce la importancia de estos países en la construcción de un futuro común para la región. Turquía, Siria, Líbano, Palestina, Egipto, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia son países con una rica historia y una gran diversidad cultural.
Estos países, que han sido cuna de grandes civilizaciones, tienen un papel fundamental que desempeñar. Es necesario que se les reconozca su contribución a la historia y la cultura del Mediterráneo, y que se les incluya en los procesos de toma de decisiones que afectan a la región.
La cooperación con los países del sur del Mediterráneo es esencial para abordar los desafíos que enfrenta la región. La crisis migratoria, los conflictos armados y la desigualdad son problemas que requieren una respuesta conjunta y coordinada por parte de todos los países del gran MAR .
Es necesario que la Unión Europea y los países del norte del refuercen su compromiso con los países del sur, promoviendo la cooperación al desarrollo, el diálogo político y el intercambio cultural.
6. Conclusiones:
El Mediterráneo es un espacio de gran importancia histórica, cultural y geoestratégica. Su futuro depende de la capacidad de los países que lo rodean para cooperar y abordar los desafíos comunes.
El Congreso Ramon Llull, al proponer el Mediterráneo como epicentro de cultura, abre un espacio de diálogo y reflexión sobre el futuro de la región. Es necesario abandonar las visiones hegemónicas, que buscan un poder económico, y la recepción de fondos sean de USAID, o de EUROPA y construir una narrativa más inclusiva y plural, que reconozca la diversidad cultural y la interdependencia de las sociedades que lo rodean.
La corrupción en España, en Cataluña, en los municipios cercanos, la crisis migratoria, el cambio climático, la desigualdad y los conflictos armados son desafíos que requieren una respuesta conjunta y coordinada por parte de todos los países del Mediterráneo.
La cooperación internacional, el diálogo intercultural y el compromiso con el desarrollo sostenible son pilares fundamentales para construir un futuro más justo y próspero para el Mediterráneo.
Dr. José M. Castelo-Appleton
Appleton Private University
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